¿Qué es el ICTUS?
El ICTUS es una consecuencia de una alteración brusca de la circulación sanguínea del cerebro. La parte del cerebro dañada deja de funcionar y como consecuencia se pueden producir secuelas cognitivas, físicas, sensoriales y de comunicación.
Un accidente cerebrovascular (ACV) o Ictus puede ser devastador y cambiar la vida del que lo padece. En un instante, una persona puede pasar de estar en forma y activa a vivir con una discapacidad. El Ictus, al causar un daño al cerebro, puede afectar a la capacidad de la persona para comunicarse, caminar y mover los brazos y las manos, así como su forma de pensar y sentir. La mayoría de personas conocen a alguien que ha sufrido un ictus y saben que también puede afectar a la vida de los que lo rodean, que pasan de ser seres queridos a cuidadores.
Impacto del Ictus
El ictus es un problema de salud más frecuente e importante de lo que buena parte de la población piensa, ya que puede resultar altamente incapacitante y mortal. En la actualidad, es la primera causa de discapacidad grave en el adulto (tanto física como intelectual) y de dependencia; la segunda causa de muerte en España y la primera en la mujer española, según datos del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (GEECV-SEN). Más de 17.000 mujeres mueren cada año por esta causa.
En nuestro país, el ictus afecta cada año a unas 120.000 personas, de las cuales 40.000 fallecen o quedan con alguna discapacidad. De hecho, cada seis minutos se produce un ictus en España. Más de 300.000 españoles presentan alguna limitación en su capacidad funcional, tras haber sufrido un ictus. Provoca la muerte en un 30% de los casos y una discapacidad grave en un 40% de los casos. Y, desde el punto de vista económico, el ictus supone entre el 7% y el 10% del gasto sanitario.
Esta enfermedad es más frecuente a partir de los 55 años y su riesgo aumenta proporcionalmente con la edad. Así, se estima que más del 21% de la población mayor de 60 años de nuestro país, casi dos millones de personas, presenta un alto riesgo de sufrir un ictus en los próximos 10 años, según los datos del estudio PREVICTUS. La Organización Mundial de la Salud (OMS) va más allá en sus previsiones. Según sus estimaciones y teniendo en cuenta que en el año 2050 la población mayor de 65 años representará el 46% del total, casi la mitad podría sufrir un accidente cerebrovascular, que son actualmente la primera causa de dependencia en nuestro país. El coste económico y social de esta enfermedad es muy alto, pero se puede reducir gracias a los avances científicos y sanitarios (Código Ictus) y a la educación de la población en hábitos preventivos.
Además, se trata de un problema que no solo afecta a los sectores más envejecidos de la población. Cada vez se registran más casos entre la gente joven, y entre 15 y un 20 % de ellos ya los padecen persones menores de 45 años.
A pesar de la dimensión que tiene, el ictus sigue siendo una enfermedad muy desconocida, más del 60% de la población no es capaz de identificar ningún síntoma de ICTUS y menos del 50% acudiría al hospital, esto quiere decir que al menos 1 de cada 2 personas no tiene información sobre la enfermedad.
ICTUS INFANTIL
Actualmente, entre 1 y 3 niños de cada 1.000 nacidos sufren un ictus. A estos datos hay que sumar todos los casos infantiles que no suceden en el momento de nacer. Porque, de hecho, esta patología es una de las causas más comunes por las cuales los niños y niñas pueden padecer daño cerebral adquirido. Sin embargo, todavía no existe un protocolo de actuación en caso de ictus infantil, y esto provoca que las consecuencias sean mucho más severas, lo que se traduce muchas veces como una negligencia a la hora de diagnosticar y de administrar medicación, o de atender a un niño o niña que lo está padeciendo.
Tipos de Ictus
La mayoría de los accidentes cerebrovasculares están causados por un coágulo de sangre que bloquea un vaso sanguíneo en el cerebro. Este tipo se llama accidente cerebrovascular isquémico.
Una cantidad menor de accidente cerebrovasculares están causados por una hemorragia en el cerebro cuando un vaso sanguíneo tiene filtraciones o se rompe. Este tipo se llama accidente cerebrovascular hemorrágico.
ES UN PROBLEMA MÉDICO DE PRIMER ORDEN
Esta enfermedad es más frecuente a partir de los 55 años y su riesgo aumenta proporcionalmente con la edad. Así, se estima que más del 21% de la población mayor de 60 años de nuestro país, casi dos millones de personas, presenta un alto riesgo de sufrir un ictus en los próximos 10 años, según los datos del estudio PREVICTUS. La Organización Mundial de la Salud (OMS) va más allá en sus previsiones. Según sus estimaciones y teniendo en cuenta que en el año 2050 la población mayor de 65 años representará el 46% del total, casi la mitad podría sufrir un accidente cerebrovascular, que son actualmente la primera causa de dependencia en nuestro país. El coste económico y social de esta enfermedad es muy alto, pero se puede reducir gracias a los avances científicos y sanitarios (Código Ictus) y a la educación de la población en hábitos preventivos.
Además, se trata de un problema que no solo afecta a los sectores más envejecidos de la población. Cada vez se registran más casos entre la gente joven, y entre 15 y un 20 % de ellos ya los padecen persones menores de 45 años.
El ICTUS a pesar de la dimensión que tiene, sigue siendo una enfermedad muy desconocida, más del 60% de la población no es capaz de identificar ningún síntoma de ICTUS y menos del 50% acudiría al hospital, esto quiere decir que al menos 1 de cada 2 personas no tiene información sobre la enfermedad.
SINTOMAS (de forma repentina)
-
Debilidad o adormecimiento repentino de la cara, brazo o pierna, especialmente en un lado.
-
Pérdida brusca de la visión en uno o ambos ojos.
-
Confusión repentina o trastorno del lenguaje (pronunciación comprensión, etc).
-
Trastorno brusco o repentino del equilibrio, vértigo o dificultad para caminar.
-
Dolor de cabeza repentino o intenso.
¡¡LLAMAR A URGENCIA!! ¡¡TRASLADO URGENTE A UN HOSPITAL CON ACTIVACIÓN PREVIA DEL CODIGO ICTUS!!
Por qué “El tiempo es cerebro”
De hecho, la terapia más efectiva solo puede administrarse en las primeras cuatro horas y media. Se trata del tratamiento trombolítico o fibrinolisis, un medicamento que disuelve el tapón. En la mayoría de los casos no se administra porque el paciente no llega a tiempo.
El siguiente nivel de asistencia es el de los neurorradiólogos. Cuando la fibrinolisis no es posible porque han pasado más de cuatro horas y media, se deriva el paciente para que el radiólogo haga una trombectomía mecánica, que consiste en introducir un stent hasta la arteria cerebral y arrastrar el trombo. Hay de margen hasta la sexta hora después del accidente cerebrovascular, pero para estos casos sí es necesario que el médico esté con el paciente y solo se hace en los hospitales grandes.
Pasadas esas seis horas, no hay más tratamiento que evitar un nuevo ictus y paliar las secuelas.
¿Qué sucede después que el ictus es tratado?
Las consecuencias a largo plazo de un ictus dependerán del área del cerebro afectada y de la extensión de tejido cerebral dañado. La mayoría de los pacientes requerirán rehabilitación que incluye terapia de conversación, terapia física, psicológica y educación familiar.
La atención de los enfermos con secuelas de ictus se hace mediante planes de rehabilitación personalizados, con objeto de obtener los mayores beneficios y minimizar dichas secuelas. Es muy recomendable que se inicie lo antes posible y aplicando terapia ocupacional, logopedia y fisioterapia específicas. Otro aspecto básico en la rehabilitación es el apoyo por psicólogos y trabajadores sociales, ya que al menos un tercio de los enfermos sufren depresión tras el ictus.
La reinserción laboral tras el ictus es uno de los objetivos más trascendentes de la rehabilitación. Sin embargo, la enorme heterogeneidad de síntomas y la afectación de múltiples sistemas hacen de este objetivo una tarea complicada.